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En el mes de febrero del 2023 se reinstaló la Torre de Flujos de Agiabampo a partir de un fallo eléctrico en el 2020. La función de la torre es la de monitorear información meteorológica básica: precipitación, radiación, humedad relativa, temperatura y presión barométrica. Adicionalmente mide flujos verticales de intercambio de la atmósfera energía: calor sensible, calor latente, flujos de carbono y flujos de agua. La torre, que registra diez datos por segundo, se visita una vez al mes para descargar los datos obtenidos, los cuales servirán a mediano y largo plazo para estudiar la dinámica del socioecosistema de Agiabampo. Adicionalmente, se tiene planeado comparar los datos obtenidos con la Torre de flujos de El Palmar, en Yucatán, la cual también monitorea flujos de carbono y agua en manglar. Aunque ambas torres están localizadas en ecosistemas de manglar, las condiciones ambientales son muy diferentes. La torre cuenta con una altura de nueve metros y fue instalada originalmente en el 2017 con recursos del Instituto de Sonora y el Laboratorio Nacional de Resiliencia Costera.

De manera paralela y en colaboración con personal del ITSON, se instalaron trampas de hojarasca y equipo para el monitoreo de fenología.